Antivirus: Son programas que detectan y eliminan virus, a la hora de escoger antivirus puede aparecer la duda del producto por el que decantarse.
El problema más importante de este tipo de software es que siempre va por detrás de su objetivo, el virus informático. Los factores más importantes a la hora de valorar un antivirus son:
Capacidad de detección y desinfección
Es lógico. Un antivirus será mejor cuanto más virus sea capaz de detectar y eliminar.
Es más peligroso pensar que no se tiene un virus que tener la duda, por ello no hay nada peor que sentirse seguro con un antivirus desfasado o que ofrezca pocas garantías.
Heurística
Es la capacidad de detectar virus desconocidos por medio de sondeos del sistema en busca de "síntomas" clásicos de infección como pueden ser fechas extrañas en ficheros, programas residentes en memoria, configuración extraña del sistema (como por ejemplo que Windows 95 tenga activado el modo de compatibilidad MS-DOS), etc.
El problema de la heurística es que puede dar "falsos positivos" es decir, puede dar por infectado un fichero que en realidad no lo está.
Velocidad: Hoy en día los discos duros son enormes, y si pensamos en intranets y redes corporativas la cantidad de datos a escanear puede ser colosal. Por lo tanto se valorará en un antivirus la capacidad de escanear rápidamente.
Actualización
Cada día aparecen cientos de virus nuevos, para que un antivirus sea capaz de eliminar un virus es necesario que incluya la información del virus y su antídoto en las librerías o bases de datos víricas.
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